Estimada amiga si estás en la etapa de ser cuidadora primaria, es decir cuidas a tu mamá, papá, algún familiar, ya sea por ser adulto mayor o por qué tienen algún padecimiento o limitación, este artículo es para ti.

Queremos compartirte acerca de lo importante que es tu bienestar físico, emocional y mental.
Cuidar a alguien más implica mucha energía, esfuerzo y amor, pero generalmente ocurre cuando menos imaginamos.

En medio de cumplir con otros roles como ser esposa, madre y una trabajadora, etc. Al mismo tiempo lidiamos con nuestras propias situaciones y sentimientos, acomodándonos a las nuevas rutinas y los quehaceres que vienen con el cuidado de nuestro familiar.

Lo primero y más importante es acudir siempre a nuestro Padre Celestial, dador de las fuerzas, la paciencia, sabiduría y amor necesario para hacerlo con excelencia.

Los tiempos de descanso también son muy necesarios, salir, caminar, respirar profundo, cambiar de ambiente, para renovar la mente.

También, tener alguien de confianza con quien poder contar y expresar con libertad emociones o sentimientos, llorar incluso es buen mecanismo de desahogo en algunas ocasiones.

Alimentarse, dormir bien y ejercitarse si hay oportunidad, es necesario para estar en buenas condiciones físicas, así como compartir las tareas y tiempos de cuidado.

Y sobre todo recordar que es una etapa, esto no será para siempre y lo que hagamos será parte de la fortaleza y satisfacción cuando esa persona ya no esté.

Te animo a hacer una pausa y tomar un tiempo para buscar pequeñas acciones que renueven tu energía mental y física, como la música, escribir, pintar, etc.

Dios te bendiga y fortalezca en cada momento.

Maribel Villagrán

Cuidadora Primaria

Únicas/Duelo