Cuenta la leyenda de una criatura llamada “El Chupacabras” la cual se describe como un animal sin pelos en la piel, que se desplaza en cuatro patas y que se alimenta de la sangre de animales, causándoles la muerte.
Esta leyenda, resonó en mi mente y hoy quiero relacionarlo con eventos o situaciones que vivimos y que pueden causar nuestra muerte espiritual o física prematuramente.
Hay situaciones a las cuales les damos más atención o mucha más importancia de la necesaria y estas drenan nuestra energía y producen un desgaste emocional o espiritual a nuestra vida.
Aquí te describo algunas de las actividades que debemos evitar para que no nos quiten la energía, la paz, la armonía y el enfoque de las que sí lo ameritan. “Yo decido por mi salud integral”.
- Las conversaciones:
Hay conversaciones que no edifican, no construyen o no nos llevan a la solución que necesitamos; estas conversaciones es mejor detenerlas o con diplomacia desviarlas hacia un tema más importante o necesario.
Consejo: “No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, si no solo la que sea buena para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan.” Efesios 4:29
- Las personas pesimistas:
¿Te has encontrado con personas que todo lo ven mal? ¡Si! Esas personas que siempre encuentran un lado negativo de las situaciones.
Es aconsejable que, si no podemos influenciar en ellas lo positivo que hay dentro de nosotros, y al contrario, vemos que nuestro temperamento cambia al estar en ese entorno, es mejor evitarlas y llevarlas en oración para que un día reflexionen y se den cuenta que estas actitudes no les benefician y alejan hasta a sus seres amados.
Consejo: “Pero ahora desechad también de vosotros todas las cosas: ira, enojo, malicia, maledicencia, lenguaje soez de vuestra boca.” Colosenses 3:8
- Lugares:
El desorden, bullicio, las luces exageradas, colores fuertes, pueden drenar también nuestra energía, alterar nuestros nervios y por ende trastornar nuestras emociones y afectar nuestro cuerpo.
Consejo: Busca lugares que te transmitan paz, tranquilidad, donde puedas escuchar tus pensamientos, te aseguro que allí vas a escuchar mejor la voz del Espíritu Santo y recibirás la fuerza y la guianza que necesitas para estabilizar tus emociones.
Estos son algunos de los motivos que pueden drenar nuestra energía y que paulatinamente pueden ir afectando nuestro cuerpo y nuestra vida. Recuerda tomar tiempo para ti, como: caminar a solas, pensar, poner tus emociones en neutro y trabajar en tu salud mental.
Una actividad que nunca debemos olvidar es orar, hablar con nuestro Padre, aquel que conoce nuestro ser; porque Él nos creó. Allí vamos a encontrar la energía que necesitamos, la respuesta a nuestras preguntas, la solución necesaria y oportuna.
Vive, habla lo necesario y oportuno con sabiduría, escucha lo que te edifica y construye, renuévate y no permitas que lo anterior sea como un “chupacabras” que te robe la energía, la paz, el amor, la armonía y destruya algo tan valioso como tu vida.
Ana Cabrera
Gracias Anita por este tema tan interesante e importante