Antes de hablar de entregar nuestros planes y metas a Dios quiero compartirte, si como cristiano es conveniente planificar para alcanzar metas.
Las metas son buenas, incluso, Jesús tenía metas, entregar su vida para salvación de la humanidad fue Su más grande meta. Dios anhela que vivamos con propósito en el entendido que el propósito más importante de cada Hija de Dios es darle la Gloria en todo lo que hacemos. Además, algo muy importante que no debemos olvidar; no son nuestras metas, son Sus metas las que debemos de cumplir, al ser hijas de Dios estamos llamadas como Ester, Rut, María, Débora a cumplir con algo específico y que sin duda requerirá trabajo con los dones y talentos que nos ha otorgado, poder del Espíritu Santo y por supuesto, la sabiduría de Dios. No lo olvides es un paso a la vez y mucha fe para alcanzar la meta. Prov. 21:5.
Ahora, cómo saber si estamos haciendo Sus metas y no las nuestras? Importantísimo, pídele ayuda, que siempre el Señor esté involucrado en lo que hacemos por muy sencillo que sea, a Él le agrada que seamos dependientes totales. Otra sugerencia, aprendí de mi suegro al que amo como papá que vamos estar seguros que un plan es Su voluntad cuando lo que hagamos sea de bendición para nuestro prójimo y para nosotras. Cómo podemos estar seguras? Pide Sabiduría y El te la dará en abundancia. Santiago 1:5
Hay ciertas metas que en realidad no deberíamos de preguntar a Dios sino actuar, a saber: Leer la biblia, Orar continuamente, Compartir con otros creyentes, compartir nuestra fe. Estas metas espirituales, son parte de lo que Dios anhela que hagamos como hijas de Dios. No lo hagas por obligación, pídele al Señor deseo para desear, sí, exactamente como lees, y sabes? El pondrá el querer como el hacer en ti, no lo dudes. Todo lo que hagamos debe ser para Su Gloria. 1ª Cor. 10:31.
Cuando pasamos a otro nivel de metas como: Iniciar un negocio, una carrera universitaria o maestría, cambiarse de trabajo, un ministerio, contraer matrimonio, convertirse en mamá, tomar una decisión financiera, etc., no olvides que todo se debe hacer para Su Gloria; piénsalo en cada decisión y verás que cuando algo no lo glorifica, te darás cuenta de inmediato. El Espíritu Santo guía y no falla. La obediencia es vital. Prov. 3:6
Cuidado, evitemos enfocarnos tanto en las metas que dejemos a un lado a Dios, el ser humano dice Su Palabra, que fuimos creados para alabar y glorificar a Dios, sin darnos cuenta a causa de nuestra naturaleza caída, pecaminosa, fácilmente cambiamos nuestra mirada a lo creado y no al Creador, aunque las metas sean buenas, si la mirada se desvía de Dios ya no serán de bendición. Las metas correctas te llevarán por Sus caminos, no lejos de ellos.
Revisa constantemente los planes que te llevarán a la meta y asegúrate de mantenerte en el camino correcto. Juan 15:4-5 En el camino, sin duda habrá aciertos y desaciertos, es más en muchas ocasiones tendremos un miedo paralizante y dudas constantes. No tenemos que ser super mujeres, sólo necesitamos depender de Dios en todos nuestros caminos, una parte lo haremos nosotras, por supuesto, pero lo demás lo hará el Señor, jamás lo dudes. 2ª. Cor. 12:9
Ahora, estamos listas para para iniciar? Oremos a Dios, escribamos específicamente cuál es ese plan que lo va a Glorificar, Realicemos un plan medible, alcanzable y realizable para alcanzar la meta; es recomendable tener una persona madura cerca para rendirle cuentas, avanzar en el nombre de Jesús, no temamos equivocarnos, somos seres humanos imperfectos que estamos tomados de la mano del mejor, Jesucristo el Señor que nos entiende.
Que tengas el mejor año de tu vida.
Presidente y Fundadora
ÚNICAS ONG
Ligia de Dávila
Vamos con todo en el nombre de Jesús! Nuevas metas, nuevos planes guiados por el Espíritu Santo, entendiendo que sus planes son mejores que los nuestros y que todo ayuda para bien.