¿Sabías que los pensamientos son generadores de emociones?  Cada pensamiento que tienes durante el día determina en gran medida los resultados que obtienes a corto, mediano y largo plazo.  Tu visión de la vida, la actitud con la que afrontas cada momento determina como te puedes sentir, ya que como bien dijo Marco Aurelio (emperador romano), “la felicidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos”, pero ¿cómo lograr una buena calidad de pensamientos en esta época tan contaminada de tanto estímulo en distintos aspectos?

Debes iniciar reconociendo qué es lo que te afecta, cuáles son los espacios en los cuales no te sientes cómoda, por ejemplo:  escuchar charlas que no son compatibles con tus principios y valores; hacerte acompañar de alguien que no aporta a tu existencia; sentir que no tienes espacios de crecimiento personal o simplemente no poder pensar en qué puedes apoyarte para mejorar lo que sientes.  En realidad, son varias las circunstancias o situaciones en las que cada persona se encuentra, pero es importante la identificación de lo que necesitas para ordenar tus pensamientos y por lo tanto tus emociones de manera adecuada.

También es necesario que enfoques tus puntos de vista.  En ese sentido, volvemos al típico ejemplo del vaso medio lleno y medio vacío, en el que con los mismos “ojos” puedes observar una situación tanto en forma negativa como positiva, por lo que tus versiones dependen de la calidad de tus pensamientos y por ello hay que liderarlos a efecto que estos se sujeten y se inclinen hacia lo positivo, pero ante todo al conocimiento de Dios.  Bien lo dice la Biblia en 2ª Corintios 10:5 “Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que obedezca a Cristo.”.   Pablo de Tarso inspirado por Dios, como un erudito de la época, ya que tenía sólida formación teológica, filosófica y jurídica, dominando hablar griego, latín, hebreo y arameo, experimentó que como humano no se trataba de ser una “gran figura”, sino obedecer con los pensamientos a Cristo y sus enseñanzas. 

Querida lectora, debes estar consciente que posees un arma poderosa contigo, la cual debes dirigir para bien de tu vida y de los que te rodean, esa arma son tus pensamientos.  Tan importante es el tema, que la destacada autora Joyce Meyer escribió por primera vez en 1997, el libro denominado “El Campo de Batalla de la Mente”, el cual ha impactado tanto, que actualmente se encuentra disponible en versiones impresas y digitales y ha sido adaptado para jóvenes, niños  y desarrollo de devocionales, con el objetivo de apoyar a millones de personas a combatir los pensamientos intrusivos en su mente.

Poseer pensamientos negativos además, se ha comprobado científicamente que tiene implicaciones para la salud, por lo que orientarlos es mantener la estabilidad física que todos queremos.  Enfermedades psicológicas como la depresión, la ansiedad, ataques de pánico, son manifestaciones muchas veces de una mala calidad de pensamientos que hunden a las personas en cuadros de los cuales es muy difícil salir. 

Finalmente, aprender a liderar tus pensamientos apoya a tu familia, a las personas que te rodean y en consecuencia a la sociedad.  Debes empeñarte en conseguir buenos resultados no solo en forma personal sino en beneficio de muchos.  Es por ello que hoy, te invito a que te apegues a un objetivo fijo que es orientar tus pensamientos para bien, para mejorar, para superar tus limitaciones, para apuntalar tus resultados y qué mejor si lo haces aprendiendo a través de la Biblia lo que Dios te quiere enseñar, para enfocar tu mente a sus pensamientos.  Hazte acompañar de redes de apoyo, realiza lecturas que edifiquen tus pensamientos, recuerda que si todo lo que te vence proviene de tu mente, tus buenos resultados y cumplimiento de tus metas también… Y tú, ¿qué prefieres?

Karla de Gamarro