En múltiples países del mundo se recuerda año con año la pasión, muerte y resurrección de Jesús, hemos denominado a esta conmemoración Semana Santa, y hoy viernes deseo que puedas reflexionar sobre algunos de los sucesos que recordamos cada año en esta semana.
Cada día de la semana conmemora un hecho que llevó a Jesús a la cruz, el domingo lo vemos entrando triunfal y de la manera más humilde sobre un burro; el lunes lo vemos completamente transformado echando fuera a los vendedores del templo, pero también lo vemos siendo ungido en la casa de Lázaro; el martes anticipa la traición y la negación de Judas y Pedro respectivamente; el miércoles es llamado el día silencioso, pues lo único que sabemos de este día es que Judas conspiró con el Sanedrín para entregarles a Jesús por 30 monedas de plata; el jueves vemos una cátedra de Jesús de como amar mientras le lava los pies a los discípulos, comparten la última cena juntos y Jesús ora en Getsemaní. Nos acercamos al viernes en el cual nos centraremos hoy, pero te llevaré al sábado, que al ser un día de descanso no les permitió a las mujeres poder ungir a Jesús, debían esperar el domingo. Y el primer día de la semana, el día en que la muerte fue vencida y se encontró esa tumba vacía que aun hasta el día de hoy sigue hablándonos de la esperanza que tenemos en Cristo, glorioso domingo de resurrección.
No es una coincidencia que la crucifixión ocurriera durante la pascua. En las afueras del templo, las familias llevaban un cordero de pascua. Escogido porque no tenía defectos, era un sustituto sin pecado. Al mismo tiempo en las afueras de la ciudad, Jesús, el cordero sin mancha de Dios, era crucificado por nuestros pecados. Nuestros pecados, que nos separaban de Dios fueron removidos, y Dios nos ha aceptado por el sacrificio de Jesús, todos los cargos en nuestra contra fueron removidos, nos declararon inocentes, y nos ha vestido de su justicia. Que cambio tan inmerecido e increíble, nuestros pecados se establecieron en Jesús y su justicia se estableció en nosotros.
El viernes Santo, el camino de Jesús se volvió peligroso y doloroso en sus horas finales. Durante tres juicios judíos ilegales y tres juicios romanos, Él soportó la vergüenza de falsas acusaciones, golpes, condenación y burlas. Fue sentenciado a morir crucificado, un castigo reservado para criminales.
Jesús habló 7 veces desde la cruz. Nos enfocaremos en la sexta, su declaración fue: “Consumado es”, “Está finalizado”, “Todo está hecho”. En griego esta expresión se dice “tetelestai”, y era utilizada cuando el sacerdote examinaba el animal y lo encontraba acepto. Quizá el uso más significativo de tetelestai era cuando un banquero o prestamista decía: “La deuda está cancelada en su totalidad”. Cuando Jesús murió en la cruz pagó nuestra deuda en su totalidad.
Cuando Jesús dijo estas palabras lo que quería decir era: “he terminado lo que me enviaste a hacer”. Y con ello cada pecador perdonado agregó una nueva palabra a su vocabulario: ¡Redimido!
En el momento en el que Jesús exhaló la naturaleza gritó y se lamentó, las piedras se movieron, el cielo se oscureció, en el templo el velo se rasgó desde el piso hasta el techo, En ese momento el hombre fue reconciliado con Dios, ya no necesita de un sacerdote. La muerte de Jesús termina el capítulo más duro que Dios ha tenido que escribir, empezando en Génesis 3.
Nuestra única responsabilidad ante este regalo de gracia es arrodillarnos frente a la cruz.
Cirujana Dentista
Dra. Julieta de Escobar
Aleluya!! Qué más podemos hacer sino humillar nos agradecidos delante de nuestro Salvador por tan grande amor!! Bendito seas mi Señor, Salvador y Redentor Jesucristo! Te amo!!!🙌
Bendito Dios por pagar nuestros pecados, nuestras dolencias y enfermedades en esa cruz de madero, u gracias por compartir esta refexzion, muchas bendiciones y que nuestro buen Dios la siga iluminando y llenando de susabiduria y desernimiento.
Que reflexión tan bella para esta temporada💜
Linda reflexión! Así es mi deuda ya fue cancelada en su totalidad, gracias por recordármelo. 🌸