Desde hace muchos años empecé a tener conciencia y reconocer lo maravilloso que es el diseño de la mujer y cuán glorioso es su papel en la historia, su fortaleza es extraordinaria, su energía, la pasión con la que se enfrenta a la vida, por ella y por cada persona a la que ama, incluso la mujer tiene esa fantástica capacidad de dar amor e impactar la vida de quiénes ni siquiera conoce, porque cada vez que puede da amor y servicio.
Pero qué pasa cuando esa mujer dadora de paz, de luz y amor se enfrenta a una pérdida, al luto que provoca el dolor, El dolor provoca oscuridad en ella, entenebrecimiento de sus pensamientos y su razón, amargura, sufrimiento, desconfianza, enojo y rabia.
Yo conozco el dolor como tú, se cuánto duele, perder a tu padre y sentir que quedaste en el aire porque ya no hay quién cuide de ti conozco el dolor y la frustración de una quiebra financiera, perderlo todo y tener que empezar de nuevo, conozco el duelo por un divorcio, el dolor de sentir que no eres suficiente porque te han despreciado y te han dejado, menospreciado o abusado de ti emocionalmente, conozco lo que significa perder a un hijo, ese dolor que viene de tus entrañas y que te hace caer en un luto interminable porque sientes que tu vida no tiene sentido.
El luto provoca enojo incluso con Dios, porque te sientes traicionada por tu padre, piensas que te lastima y no tiene piedad.
Cuando sufrimos caemos en ese luto profundo del que no queremos salir porque estar ahí dentro es mejor que enfrentar la realidad, esa realidad de la que queremos huir . Y es justamente ahí, cuando nos sentimos destrozadas, cuando hemos perdido nuestra luz, que el Espíritu Santo se convierte en la única salvación, en el único y poderoso bálsamo capaz de limpiar, lavar y renovar nuestra existencia.
Si yo no hubiese vivido el dolor que quizá estás pasando no tendría autoridad para decirte,qué es en el dolor en dónde aprendemos a sanar, no negándolo, sino asumiendo el dolor, afrontando que es la realidad actual, pero no la realidad permanente o eterna y que la única manera de recuperar esa vida que tiene propósito a pesar de las circunstancias es darle espacio al único que puede ungir con su óleo de gozo, porque no solamente necesitas alegría breve, necesitas GOZO QUE PERMANEZCA EN TI.
El sufrimiento hace que la naturaleza limpia y sana de nuestro ser empiece a descomponerse, la putrefacción nos alcanza cuánto más tiempo permanecemos de luto, no me mal entiendas, no quiero decir que no debes guardar luto por tus pérdidas, porque el duelo es un derecho y un proceso necesario. Quiero decir que incluso la palabra dice que hay un tiempo para llorar y un tiempo para reír, y cuando nos permitimos seguir viviendo y no morir con lo que hemos perdido, podemos llorar y reír porque es parte de seguir vivos.
Nosotros continuamos acá y es acá en donde el poder y la misericordia de Dios se manifestarán, es acá en dónde es necesario que quién sufre y muere en vida por falta de conocimiento en la verdad de Cristo, conozca el poder del cual una hija de Dios está revestida.
Nada de ello sucede de la noche a la mañana, sin embargo para que suceda es necesaria tu voluntad y la conciencia de que necesitas del poder de Dios para comprender aquello que no tiene explicación humana.
El Espíritu Santo es el óleo de gozo que Dios nos brinda para recuperar el brillo y la luz que perdemos con el dolor. El óleo de gozo del Señor, puede cambiar tu lamento en gloriosa bendición.
Dios va a perfumar tu vida en medio de las pruebas, Él siempre está contigo, aún cuando parezca que nos ha dejado solas o que por falta de amor ha permitido que estemos en esa situación de dolor. En Cristo la fragancia que habías perdido puede surgir y darte nuevas razones para continuar.
Isaías 61:3,4 nos habla del consolador que viene por amor a todos los enlutados, los que han perdido algo amado.
Él ha venido a ordenar que los afligidos de Sión, se les de gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar de espíritu angustiado, y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová para gloria suya. Re edificarán las ruinas antiguas y levantarán los asolamientos primeros. Y restaurarán las ciudades arruinadas, los escombros de muchas generaciones.
¿Cómo estás ahora? ¿Eres esas ruinas antiguas? ¿A qué profundidad te ha llevado el dolor? Yo entiendo tu dolor y sé que no es fácil ver cómo todo sigue y todos continúan y aquellos a quienes has perdido ya no están contigo, Yo comprendo qué se siente cuando ves madres cargando o compartiendo con sus hijos y tu tuviste que dejar al tuyo en una sepultura, yo se perfectamente que cuando has quedado sin tu marido te sientes sola, abandonada o quizá incluso humillada, y en tu viudez trato de comprender el vacío que hay cada noche en tu cama, el frío del espacio que ha dejado tu amigo y compañero de vida, porque a quién le contarás tus sueños, a quién le hablarás de amor y quién te hará sentir amada, sin embargo todo ello es suplido en el tiempo perfecto si rindes tu dolor y permites que sea derramado sobre tu cabeza el ÓLEO DE GOZO del Señor, derramado desde tu cabeza hasta tus pies, ungiendo tu ser para convertirlo en algo nuevo.
El óleo del Espíritu Santo convierte tu lamento en gozo, tu silencio en sonido de flauta y arpa.
En el momento en el que reconoces que ya no puedes más, que es tan grande el dolor que no eres capaz de continuar, es cuando Dios te dice hija mía yo te amo, yo siento tu dolor y quiero estar contigo. Cristo empieza a ser el consolador que necesitas, la verdad que derriba la obra de maldad del enemigo que ha atacado tu mente con condenación, cada gota del óleo de gozo de Dios unge tu corazón y lo limpia preparándolo para sanar.
Creemos que si nos damos permiso de sanar estaremos olvidando a quiénes se han ido y sentimos que los traicionamos, pero debemos entender, que es necesario sanar para comprender, que necesitamos vivir y no sobrevivir para honrar la vida que hemos recibido, has sido pensada para brillar, para ser luz en las tinieblas, fuiste diseñadacomo una fuerza a favor del poder de Dios, ese poder que cuando vivimos en eterno luto dejamos sepultado. Avanzar y darle espacio al gozo no es deshonrar tu luto, por el contrario es honrar a aquel que tiene el control, es mostrar carácter y humildad al reconocer que Dios es soberano y es el único que conoce nuestro destino, en este mundo hay tribulación, sin embargo a pesar de la tribulación el creer en su soberanía te permite anhelar que te unja con su óleo en tus momentos de profundo dolor. Anhelar que tome tu corazón en sus manos y le permita tener paz, encontrar consuelo y sentirte amada.
Bendito es Dios a pesar de lo que hemos perdido, bendito es él a pesar de nuestro dolor, planes de bien tiene para nuestra vida. A pesar de que parezca que en medio de tu dolor no te escucha, él te escucha y está contigo Cuánto más profundo sea el dolor, búscale con desesperación, busca su presencia con anhelo, deleitate en su presencia y recibe sobre ti la fragancia de su bendito óleo de gozo. Date la oportunidad de iniciar un proceso de sanidad, si sientes que ya no puedes más, busca apoyo emocional y también apoyo profesional, hablar de lo que sientes y pedir ayuda, es tu mayor muestra de valor.
Con amor,
Claudia Regina
Que hermoso mensaje ? sin duda del corazón de Dios para nosotras, me tocó pasar un duelo cuando mi esposo tuvo que trabajar de vendedor viajero, sentí ese vacío en las noches que no estaba conmigo y fui demasiado incomprendida por mi familia, hasta que tuve que hablar de lo que estaba viviendo, del proceso que Dios estaba permitiendo en mi vida y que en Su tiempo iba a volver a reír y así fue … llego el día en que cambio mi tristeza en gozo y volví a ser Yo, ahora más fuerte en mi debilidad me hizo mejor persona más comprensiva más humana y soy feliz ☺️??
Tan reconfortador!! muchísimas gracias por compartirlo!