Es posible que en el pasado hayamos minimizado el efecto que hemos tenido en otras personas. Es difícil asumir la responsabilidad de nuestros actos, si creemos que estos no tienen ningún impacto sobre los demás.
Al experimentar cambios positivos en nuestra conducta y actos, podremos percibir que lo que hacemos o decimos no es insignificante, sino que todo tiene significado, para nosotros y para los otros.
No siempre hemos sido lindas, no siempre hemos hecho bien a los demás e incluso no siempre hemos sido buenas y gentiles con nosotras mismas. Así que cuando realmente queremos renovar nuestro sistema de vida y nos sumergimos en un proceso de sanidad, primero debemos creer que Dios nos acompaña y que a pesar de que probablemente este proceso de conciencia pueda ser doloroso o revelar falta de belleza interior en algún momento de la vida, en Cristo todo cobra sentido y propósito para cada una.
Es maravilloso que queramos tomar conciencia de que en la vida también hemos cometido faltas o lastimado a otros, al hacerlo nos liberamos y dejamos de estar enganchadas, ese peso hace muy difícil avanzar así que te invito a que te despojes de los pendientes y empieces a hacer una lista de aquellas personas a quienes quizá lastimaste de alguna forma en el pasado y te dispongas a dejarlas ir.
En ocasiones resulta fácil enmendar y pedir perdón de manera personal, inténtalo, solamente no olvides tener claros tus límites para no permitir que te lastimen en el proceso.
Sin embargo puede que a quien debas pedir perdón haya muerto o que acercarte a esa persona te produzca angustia o ponga en riesgo tu bienestar. En esos casos escribir puede ser una opción, pues exponer y reconocer nuestras faltas libera y rompe ataduras.
Escribirte y pedirte perdón por las veces que no te has amado o te has lastimado, también es necesario pues sin duda es la mejor manera de reconocer que tú también eres importante y estar a cuentas contigo es igual de valioso que estarlo con los demás.
Reparar es necesario, da paz y fortalece los cimientos.
Con amor
Claudia Regina