¿Te pasa a veces que no logras ver el lado positivo de las situaciones? ¿Que sientes que el mundo y sus habitantes están en tu contra o que no encuentras soluciones a tus problemas?

Las descritas son algunas de las percepciones que puedes tener y que por ello, se podría decir que estás viendo el vaso medio vacío, el cual es un ejercicio que seguramente has visto muchas veces, y tú misma te has fijado en la forma en que aprecias el ejercicio, pero si hoy estás nuevamente observándolo en forma negativa, pensando en algún aspecto de tu vida que no puedes transformar, te animo diciéndote que puedes aprender a cambiar tu perspectiva.

La forma de hacerlo es volviendo hábito mantener una actitud positiva, estableciendo una intención cada día y siguiendo una estrategia que ahora te sugiero.

PASO 1. RENUEVA TU MENTE

Romanos 12:2 nos exhorta a no amoldarnos al mundo actual, sino transformarnos mediante la renovación de la mente y con ello comprobar cómo es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.

¿Permítete en primer lugar que el Espíritu viva en ti y además ejercita tu mente positivamente, por ejemplo, al despertar, ora a Dios, encomienda tu día y piensa cómo quieres afrontar tu día?

PASO 2. SAL DE TU ZONA DE CONFORT

Confort es “quedarse con las condiciones materiales que proporcionan bienestar o comodidad”, pero lo que debes tomar en cuenta es que lo que hoy consideras confort puede que mañana no te lo parezca, ya que el objetivo del ser humano es dar un paso adelante cada día.

Afrontar la actitud pesimista de ver el vaso medio vacío no es fácil. La mente es como dice la autora Joyce Meyer, un campo de batalla, y siempre actúa para intentar quedarse en una zona de comodidad. Por ello, si deseas ser una persona más optimista, debes hacer el esfuerzo de intentar salir de tu zona de confort.

Tienes muchas acciones que podrías intentar el día de hoy, estudiar, practicar la bondad, consentirte, trabajar, empoderarte, viajar, emprender, soñar, amar, meditar, orar, ejercitarte, ¡¡pero con todo ello…! ¡Apreciar que estás con aliento de vida y mantener la alegría del Señor en tu corazón!!

Recuerda lo que dice Gálatas 5:22 NVI que “el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio.”

PASO 3. CONVIERTE TUS PROBLEMAS EN OPORTUNIDADES

Quiero preguntarte… ¿Has tenido problemas en los últimos días? ¿Qué es un problema para ti?

El punto a observar en medio de las dificultades es que necesitas convertir los problemas en oportunidades. Las quejas solo consiguen hacerte daño tanto a ti como a los demás. En muchas ocasiones, donde los pesimistas ven problemas, los optimistas encuentran sus oportunidades. Si cambias tu forma de ver los problemas, esto hará que cambies tu forma de actuar y accedas a oportunidades que antes quizás no veías.

Einstein dijo alguna vez que “Los problemas no se pueden resolver al mismo nivel de pensamiento en el que se crearon” y si confrontas tus problemas o tus dudas estoy segura que vas a dejar de verlos como una limitación.

Ciertamente hay algo en lo que concretamente sí debes pensar y en forma constante para no olvidarlo, y es lo que el Señor nos alienta a través de Jeremías 29:11 dice “porque yo conozco los planes que tengo para ustedes, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza”.

PASO 4. ACOMPAÑATE DE PERSONAS QUE APORTEN

El que anda entre la miel, algo se le pega… Refrán antiguo que estoy segura que no solo a mí, sino también a ti, te recuerda a un ser querido o amiga(o) que te lo ha dicho.

Nunca vamos a poder conseguir una conducta optimista si estamos rodeados de personas que no aportan a nuestra vida, la propia biblia en Proverbios 13:20 nos instruye cuando dice: “el que anda con sabios será sabio, más el compañero de los necios sufrirá daño”. Versión LBLA.

Te invito pues, a que cuides tu entorno, comparte, júntate y busca personas que aporten a tu vida. Además de ello, no olvides el sentido del humor, mantén un estilo de vida saludable, practica el diálogo interno positivo y pronto, más pronto de lo que esperas, verás resultados.

PASO 5. VISUALÍZATE COMO UNA OPTIMISTA

Los científicos han demostrado que de la misma forma en la que te presentes y comportas por fuera, tiene un gran impacto a cómo te sientes por dentro. Esto es debido a que tu lenguaje corporal hace efectos en tu inconsciente, por lo tanto, te ayuda a ver el vaso medio lleno de agua y tener opciones más optimistas, en la medida que refuerzas tu ser interior.

Cuando te sientas desgastada o desanimada, recuerda lo que nos dice la Palabra de Dios: Por esta razón me arrodillo delante de mi Padre de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra. Le pido que por medio del Espíritu y con el poder que procede de sus gloriosas riquezas, los fortalezca a ustedes en lo íntimo de su ser, para que por fe Cristo habite en sus corazones. Efesios 3:16-17

PASO 6. AUMENTA TU SENTIDO DEL HUMOR

¿Te ha pasado que lo que para otros tiene gracia, para ti no? Seguro que leyendo te recordaste de algún episodio en el que admiraste o quisiste ser como alguna persona que se ríe de todo o que se ve como que nada le afecta.

La buena noticia es que todo ser humano aprende y desaprende cada día siendo intencional. Ten por seguro que cuesta cambiar actitudes, porque todo buen resultado siempre es fruto de un proceso, pero se puede.

Supera este reto acompañada de la palabra de Dios, haciendo real Proverbios 17:22 que dice “El corazón alegre es un buen remedio”. Busca encontrarle el sentido bueno a todo lo que veas, escuches o pronuncies y pronto verás el vaso medio lleno.

PASO 7. EJERCICIO FÍSICO Y ESPIRITUAL

¿Sabías que hacer ejercicio físico en forma regular te ayuda con tu salud mental?

Según varios estudios a nivel internacional han concluido que el ejercicio regular tiene un efecto protector para nuestra salud no solo física sino mental.

A veces pensamos que hacer ejercicio es estar por lo menos una hora en un gimnasio, pero hay que tomar en cuenta que el ejercicio a realizar va a depender de la edad de quien lo realiza y se puede dividir en sesiones durante el día, pero la mejor noticia es que impulsando nuestro cuerpo a ejercitarse, el beneficio en la salud mental es comprobable, ya que el resultado es combatir la depresión, la ansiedad, el trastorno por déficit de atención por hiperactividad, entre otros.

Así que derriba tus mitos, ejercítate y experimenta la diferencia para obtener una vida saludable por dentro (tu mente) y por fuera (tu cuerpo).

¿Ya estás lista para seguir siendo optimista?

karla De Gamarro